Fuente: SONCAM // 21.04.2020
El viernes pasado, 17 de abril, la SONCAM perdió una de sus figuras investigadoras y docentes más ilustres. La muerte del Profesor Jesús Vaquero Crespo deja huérfana a esta Sociedad de uno de sus principales exponentes. Desde sus inicios como médico, y posteriormente como neurocirujano y docente, siempre estuvo ligado a Madrid donde desarrolló la mayor parte de su carrera como Neurocirujano, destacando en su labor investigadora y docente. Desde el punto de vista docente, ganó su posición como Catedrático en la Universidad Complutense, aunque ejerció como tal de forma decidida en la Universidad Autónoma de Madrid.
Su actividad investigadora ha sido extensa, con trabajos versados tanto en cuestiones neuroquirúrgicas como en neurociencias básicas, introduciendo para gran parte de nosotros la capacidad que un neurocirujano tiene para realizar una aproximación traslacional a la actividad investigadora que desarrollamos. En los últimos 20 años centró esta gran labor investigadora en ayudar a los pacientes que probablemente más sufren en nuestra especialidad, los pacientes lesionados medulares. Desde un enfoque traslacional, consiguió llevar una investigación básica en animales al desarrollo de una terapia experimental con aplicación en humanos. Su aproximación a la lesión medular a través de una terapia celular personalizada, basada en el estudio minucioso de la lesión que sufre cada paciente y adecuando así el tratamiento, fue algo innovador.
Consiguió crear un laboratorio específico para el desarrollo de esta actividad en el Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda y que se implantara una línea de tratamiento y derivación de pacientes aceptada por la Comunidad de Madrid. Además, extendió el conocimiento de este tipo de terapias con la publicación de resultados prometedores en sus enfermos, consiguiendo mejorías en aspectos como el dolor, espasticidad, capacidad motora y sexual, incluyendo la extensión de este tipo de terapias a otros tipos de daño cerebral, como el isquémico o traumático.
Con su pérdida la Neurocirugía Madrileña pierde uno de los mejores representantes de la triple vertiente que debe tener todo médico, asistencial, docente e investigadora. La investigación y el tratamiento en la mejora de la calidad de vida de los pacientes lesionados medulares pierde su mejor representante y deja un vacío difícil de llenar.
Descanse en paz.
Presidenta
Rosario González Rodrigálvarez
Secretario
Alfonso Lagares Gómez-Abascal